Teoría X y teoría Y
Una de las teorías más
conocidas relacionada con el comportamiento humano en las organizaciones
empresariales es la conocida como Teoría X y Teoría Y. Creada por el economista
estadounidense Douglas McGregor representa dos actitudes que
agrupan distintas concepciones y prácticas con relación a la gestión de los
recursos humanos. Según esta teoría, la concepción que los responsables de
equipos tengan sobre las personas serán las que condicionen su estilo de
dirección.
Así, frente al taylorismo,
que era el enfoque de la época que consideraba que los trabajadores tienen
aversión al trabajo e intentan evitarlo y, por tanto, el líder debe dirigirlos,
controlarlos y motivarlos a través del dinero, McGregor propuso una visión
alternativa.
La Teoría X
Según la teoría X, que
representa el punto de vista tradicional sobre la dirección y el control de los
recursos humanos:
El ser humano ordinario siente
una desgana intrínseca hacia el trabajo y lo evitara siempre que pueda.
Debido a la tendencia humana a
rehuir el trabajo, la mayor parte de las personas tienen que ser obligadas a
trabajar por la fuerza, dirigidas, controladas y amenazadas con castigos para
que desarrollen el esfuerzo adecuado a la realización de los objetivos de la
entidad.
El ser humano común prefiere
que lo dirijan, quiere esquivar responsabilidades, tiene pocas ambiciones y
desea, más que nada, seguridad.
El eje de la motivación de la
teoría X es el binomio recompensa-penalización. Los líderes tienen
comportamientos autoritarios y son los responsables de dictar la manera en la
que se trabaja y los tiempos para el cumplimiento de los objetivos.
La Teoría Y
Según la teoría Y, propuesta
que parte de la idea de que los empleados quieren y también necesitan trabajar
y, por tanto las metas de empleados y empresa no están en conflicto se basa en:
El desarrollo del esfuerzo en
el trabajo (mental o físico) es tan natural como el descanso. Al ser humano
común no le disgusta trabajar.
El control y el castigo no son
los únicos medios para lograr una adhesión del trabajador hacia los objetivos
de la empresa y así, el compromiso de los trabajadores con los objetivos de la
empresa se asocia a compensaciones por su logro: satisfacción de las
necesidades personales y realización personal.
El ser humano se habitúa, en
las debidas circunstancias, a aceptar responsabilidades e incluso a buscar
nuevas responsabilidades
La capacidad de desarrollar en
grado relativamente alto la imaginación, el ingenio y la capacidad creadora
para resolver los problemas de la organización es característica de grandes, no
pequeños, sectores de la población.
REFERENCIAS
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