El líder y sus empleados
El liderazgo hoy en día pasa por ofrecer una respuesta al gran reto de inspirar al empleado. Mahatma Gandhi decía: “hace un tiempo el liderazgo estaba en los músculos; hoy día está en el trato con la gente”.
La primera consideración importante a la hora de
convertirse en líder es que esto significa la formación de una relación y no el
simple hecho de traspasar una función. En otras palabras, es un compromiso a
largo plazo. Por supuesto, es posible formarse para llegar a ser un buen líder,
pero sólo si ya posee habilidades interpersonales vitales que puedan ser
desarrolladas más aún.
Estas incluyen:
- Un interés en ayudar
a otros a que tengan éxito, incluso si en algún momento llegaran a tomar
la delantera a sus logros.
- Conocimiento, ser
genial en su trabajo y saber de lo que habla.
- Compromiso, tener un
interés genuino en los otros, el deseo de formar una relación y sentir y
demostrar preocupación.
- Confianza, la
capacidad de mantener las cosas entre ustedes.
- Accesibilidad, no ser
una persona intimidadora, sino permisible y afectuosa.
- Sinceridad, es decir,
la capacidad de proporcionar respuestas directas.
- Escuchar de forma
activa y preguntar, como corregir con ejemplos, reflejar problemas
pasados, comprobar si se entiende lo dicho, minimizar las suposiciones, y
no interrumpir.
- Empatía, comprender y
reconocer la experiencia de otros sin sentir la necesidad de añadir
anécdotas propias.
- Neutralidad, no se
precipite con culpas sino busque soluciones objetivas a problemas o
errores.
- Guíe, pero no
resuelva, la capacidad para mantenerse al margen, proporcionar consejos sutiles,
pero permitir que los otros tomen sus propias decisiones, cometan sus
fallos y consigan sus éxitos.
REFERENCIAS
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